Cómo dar «órdenes efectivas» para una Parentalidad Positiva

Una comunicación clara y respetuosa es clave para una crianza positiva y para fortalecer el vínculo con tu hijo o hija. Dar instrucciones de manera efectiva ayuda a los niños y niñas a entender qué se espera de ellos, disminuye las frustraciones y evita que dependan de gritos para hacer caso. 

A continuación, te presentamos las 8 Reglas de Oro para dar órdenes y comunicarte de forma efectiva, una herramienta fundamental para potenciar el desarrollo vital de tus hijos e hijas. 

Las 8 Reglas para Órdenes Claras y Respetuosas 

Sigue estas pautas para que tus instrucciones sean más fáciles de entender y cumplir: 

Regla  Cómo aplicarla y por qué es importante 
1. Sé directo(a), no indirecto(a)  Razón: Reduce la confusión, deja claro lo que se pide y no implica una opción para el niño/a. 
  Ejemplo: Di: «Dame el bloque por favor» en lugar de: «¿Me pasarás el bloque?». 
2. Comunica en forma positiva  Razón: Le dices al niño/a qué hacer en vez de qué no hacer, lo que evita la crítica a su comportamiento. 
  Ejemplo: Di: «Ven a sentarte al lado mío» en lugar de: «¡No corras por la sala!». 
3. Da una cosa a la vez  Razón: Ayuda al niño/a a recordar la orden completa y permite al adulto saber si cumplió con toda la instrucción. 
  Ejemplo: Di: «Guarda tus zapatos en el clóset» en lugar de: «Guarda tus zapatos en el clóset, báñate y lávate los dientes». 
4. Sé específico(a) y no ambiguo(a)  Razón: El niño/a sabrá exactamente lo que tiene que hacer. 
  Ejemplo: Di: «Bájate de la silla» en lugar de: «Ten cuidado». 
5. Sé apropiado(a) para la edad  Razón: Asegura que los niños entiendan la orden y tengan la capacidad de realizar lo que se les pide. 
  Ejemplo: Di: «Coloca el lego azul en la caja» en lugar de: «Traslada el bloque turquesa desde el piso hasta su contenedor». 
6. Comunica de forma educada y respetuosa  Razón: Aumenta la probabilidad de que el niño/a preste atención, enseña a hacer caso de forma educada y evita que el niño aprenda a obedecer solo con gritos. 
  Ejemplo: Di con tono normal de voz: «Dame el bloque por favor» en lugar de gritar: «¡Dame ese bloque ya!». 
7. Explica antes o después de que la cumpla  Razón: Disminuye la frustración del niño/a y evita que pregunte «¿por qué?» como táctica de demora después de la orden. 
  Ejemplo: Di (antes): «Es hora de limpiar y volver al hogar. Coloca la tiza en su caja.» Luego (después de que el niño/a obedece): «¡Gracias por escuchar! Es bueno limpiar cuando terminamos con los juguetes«. 
8. Usa órdenes solo cuando sea necesario  Razón: Hace más fácil para los padres dar seguimiento y asegura que la orden directa se use en momentos oportunos. 
  Ejemplo: Úsala para detener un comportamiento inseguro («Siéntate en esta silla a lado mío, por favor«) en lugar de para peticiones simples y no urgentes («Por favor, pásame el vaso de la mesa»). 

 

Recuerda: Ejercer un rol parental positivo implica orientar tus conductas hacia el bienestar superior de tu hijo/a, brindando reconocimiento, límites claros y un trato adecuado. El acompañamiento y soporte hacia los padres funciona como un amortiguador contra el estrés, por lo que estas habilidades son vitales en la crianza. 

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